“Oculto sendero” es la historia de una mujer que quiso ser artista. Quiso ser ella misma en una sociedad en la que no se le permitía. ¿Lo consiguió? Un testimonio que hay que leer.
Elena Fortún (Encarnación Aragoneses Urquijo) escribió esta autobiografía novelada durante su exilio en Argentina y la firmó con el seudónimo de Rosa María Castaños. Unos meses antes de morir en Madrid pide a una amiga que se quemen unos originales que quedaron en Buenos Aires. No lo hizo, y por eso hoy tenemos este libro. La verdad es que al conocer este hecho, descrito al detalle en la introducción, me dio reparo leerlo. Era como entrar en un diario sin el consentimiento de la persona. Me recordó al caso de las fotografías que Vivian Maier nunca quiso mostrar.
-Mi madre me decía que yo era un fracaso constante -continué-, y así ha sido. Fracasé como mujer, y como esposa… fracasé en la maternidad, fracasé en el arte.
-Eso es lo que está por ver -dijo Julieta-. En tu vida sentimental, has seguido, o te han hecho seguir, caminos equivocados, pero en el arte, has comenzado tú sola en un edad en que ya se sabe lo que se quiere… Entra ya en el sendero que hasta ahora ha estado oculto… y pisa con pie firme, aparta los obstáculos que te impiden continuar… y si de tu vida sentimental y de tu vida artística puedes hacer una sola, verás cómo no fracasas…
Cuando vi la película “Una pastelería en Tokio”, una de sus escenas me trajo a la memoria los cojines redondos de ganchillo que reposaban en las sillas de madera del pueblo de mi madre.
Es el momento en que Tokue teje a ganchillo un par de círculos para sentarse en la tienda de dorayakis en la que trabaja y le da a escoger uno a su jefe Sentaro.
Es una historia muy bella narrada a través de tres generaciones (Tokue, Sentaro y Wakana) y en la que cada uno de ellos dará sentido al otro de alguna manera. ‘An’, la pasta de judías de los dorayakis, es lo que sirve de excusa para contarnos estas vidas en Tokio. Aunque ella también tiene algo que explicarnos… Y no digo nada más.
Sólo decirte que me entraron ganas de leer el libro, quería conocer el origen de este precioso poema visual. Pero por ahora solo está traducido al francés y al alemán. Este año lo publicarán en inglés. ¿Alguna editorial se animará con el castellano?
El despertar en mi esos recuerdos ha derivado en estos cojines de ganchillo que he tejido, donde cada vuelta tiene un color diferente. Para completarlos, he querido utilizar unas telas que compré en mi visita a Tokio como un pequeño guiño a la película.
El hilo con el que tejido los cojines es de algodón, al igual que las telas.
Si quieres uno de mis cojines, contacta conmigo.
[lang_es]100% Tejidos a mano con cariño en Mallorca[/lang_es]
[lang_en]100% Handknit with love in Mallorca[/lang_en]
He leído varios libros de Virginia Woolf, pero nunca hasta ahora “Un cuarto propio”. Es un ensayo escrito en 1929 y me ha resultado sorprendente la importancia de su lectura en 2016. No voy a decir nada más, solo léelo si todavía no lo has hecho.
Una traducción de Jorge Luis Borges, delicadamente acompañada de ilustraciones de Becca Stadtlander.